Interpretación de la Casa 7 en astrología y su impacto en relaciones y parejas
Llegado el momento de adentrarse en la Casa 7, es cuando el "YO" está en condiciones de interactuar con los demás. En esta fase, la personalidad comprende que la individualidad no es suficiente y, por ello, es considerada la Casa de las conexiones. La Casa 7 representa el Descendente, que es el punto más lejano en dirección oeste en la carta natal, es decir, el símbolo que refleja el signo que se encontraba en el horizonte occidental durante el instante exacto de su nacimiento.
La Casa del Descenso Explorando la Séptima Casa
El signo Descendiente es la cúspide de la Casa 7 en la carta astral, y está ubicado en la parte más al oeste del horizonte. Desde el momento de nuestro nacimiento, el Descendiente se esconde, aparentemente ocultando una parte de nuestra personalidad. Sin embargo, para la Astrología, este punto refleja lo que no queremos admitir que existe en nosotros y lo que buscamos en nuestras relaciones con los demás.
El Descendiente se encuentra en oposición directa al signo Ascendente, y representa las cualidades que rechazamos en nosotros mismos pero que, de alguna manera, necesitamos integrar para sentirnos completos. Por lo tanto, tratamos de encontrar estas cualidades en los demás, en las personas con las que buscamos relacionarnos. Por ejemplo, si somos emprendedores y tenemos fuertes habilidades en los negocios pero carecemos de destreza en el ámbito de las finanzas, es posible que busquemos un socio comercial con talento e inteligencia en esa área.
La Casa 7, donde se encuentra el Descendiente, es considerada una Casa angular en la carta astral, lo que significa que tiene un papel importante en nuestro desarrollo y crecimiento personal. Por lo tanto, lo que buscamos en nuestras relaciones, tanto en términos de personalidad como de necesidades prácticas, es esencial para nuestro bienestar emocional y mental.
Es importante admitir y aceptar que el Descendiente puede reflejar aspectos "ocultos" de nuestra personalidad que, aunque no queramos reconocer, son esenciales para nuestro crecimiento y equilibrio interior. Al integrar estas cualidades en nosotros mismos, podemos encontrar una mayor armonía en nuestras relaciones y en nuestra vida en general.
La influencia de los planetas en la séptima casa del zodíaco
Si en mi carta astral los planetas ocupan la casa 7, debo prestar atención a cómo interactúan con la casa 1, que representa mi yo y mi identidad. ¿Cómo me relaciono con los demás mientras sigo siendo yo mismo? Esta conexión entre ambas casas revelará mucho sobre mi manera de establecer vínculos y mi forma de ser en sociedad.
Por otro lado, la energía presente en la casa 7 jugará un papel importante en atracción de personas a mi vida, ya sea que sea consciente de ella o no. Por ejemplo, si en mi carta astral se encuentra el planeta Saturno en esta casa, es probable que proyecte en mis parejas y socios la necesidad de tener un sostén, alguien que establezca límites y marque el tiempo. O tal vez yo mismo experimente limitación y frustración en mis relaciones personales.
En cambio, si Júpiter se encuentra en mi casa 7, es probable que tenga una personalidad expansiva y luminosa, que atraiga a socios y colaboradores para trabajar y hacer negocios juntos. Incluso puedo ser percibido como una persona exagerada en mi forma de relacionarme con los demás.
Casa la pareja
Signo regente Libra: Casa de las relaciones y el equilibrioEsta casa se asocia con las relaciones sentimentales y busca el equilibrio entre uno mismo y el otro. Su influencia marca la búsqueda de una pareja, siendo importante conocerse a uno mismo antes de encontrarla.
Además, esta casa representa las cualidades que resultan atractivas y los "requisitos" que una persona tiene al comprometerse con otra. Es un reflejo de las expectativas y necesidades en una relación.
Domicilio Siete Alianzas y Comunidades
La Casa 7 es conocida en la astrología como "La Casa de las Parejas", siendo la tercera casa angular en una carta astrológica y la primera en el lado oeste sobre el horizonte. Esta casa se enfoca en nuestras relaciones importantes y acuerdos. Su cúspide representa el signo zodiacal conocido como "Signo Descendente", el cual muestra qué signo estaba en el horizonte oriental en el momento exacto de nuestro nacimiento.Esta casa define cómo nos relacionamos con los demás y nuestra visión de la sociedad. Es común ver en su posición al Sol o al regente del Ascendente en las cartas de personas famosas. Es un sector que se conecta con nuestras relaciones más cercanas y cruciales, representando las asociaciones que hacemos durante nuestra vida. También muestra la importancia que le damos a las personas que conocemos y con las que interactuamos, incluyendo aquellas con las que tenemos una relación sentimental a largo plazo, compromisos, relaciones comerciales, sociedades, contratos, negociaciones, diplomacia y acuerdos, así como también nuestros enemigos, aquellos que conocemos y sabemos quiénes son. En algunos casos, esto puede reflejar nuestro propio Yo en otras personas.
CASA VII LAS RELACIONES
La Casa VII en la carta astral se encuentra en oposición a la Casa I y su cúspide indica el Descendente, el punto en el horizonte al momento de nuestro nacimiento que simboliza nuestra interacción con los demás.Asignada al signo de Libra, esta casa representa las relaciones con otras personas basadas en el compromiso y la cooperación. En ella se pueden encontrar temas como el matrimonio, contratos, sociedades y asociaciones tanto materiales como espirituales.
Los planetas que se encuentren ubicados en esta casa revelan nuestra habilidad para mantener este tipo de relaciones y qué tipo de personas buscamos para ellas.
Los Contrincantes Oficiales en Casa
La Casa 7 y la proyección de nuestros atributos no deseados en los demásA menudo tendemos a rechazar ciertos rasgos de nuestra personalidad, aquellos que consideramos inaceptables o desagradables. Y lo mismo ocurre con los demás: si observamos estos mismos atributos en otras personas, también nos resultan poco deseables. Esto nos lleva a una situación de conflicto que puede desembocar en enemistad y confrontación.
De hecho, este conflicto es el que da origen a la connotación que se le otorga a la Casa 7 como el espacio de los "enemigos declarados", aquellos que son públicamente reconocidos como enemigos. Sin embargo, esta perspectiva no es la única posible.
¿Pero qué pasa con las cualidades que rechazamos en nosotros mismos y que no vemos reflejadas en los demás?
En esta dinámica, también existe la posibilidad de que proyectemos en otros ciertas cualidades positivas que sí tenemos en nuestra personalidad. Esto ocurre con frecuencia en relaciones románticas o de negocios, cuando buscamos en el otro aquello que sentimos que nos falta para sentirnos completos. Sin embargo, esta proyección puede ser tan intensa que terminamos anulándonos a nosotros mismos, convirtiéndonos en sólo "media persona".
Por ejemplo, una persona que tiene a Marte en la Casa 7 puede no estar conectada con su propio poder y por lo tanto, buscará a alguien que encarne esa cualidad. Esta persona proyectará su propio ser en el otro, en un intento de encontrar esa parte faltante de sí misma. Sin embargo, con el tiempo puede experimentar cansancio al recibir órdenes constantemente y, entonces, comenzará a dar órdenes a su vez. Finalmente, esta persona descubre su propia fuerza interior y se integra a sí misma, logrando que las cualidades que buscaba en el otro se manifiesten en ella misma.
Es un reflejo de nuestras proyecciones y una oportunidad para integrar aquellas cualidades que rechazamos en nosotros mismos pero que otros nos pueden mostrar de manera positiva.
El Significado de Casa en la Construcción de la Identidad Personal
La importancia de relacionarnos con los demás
Es innegable que como seres humanos, la necesidad de interactuar y vivir con otros es una necesidad innata. De hecho, vivir en aislamiento puede ser no solo difícil, sino extremadamente doloroso para nosotros. Sin embargo, la convivencia con otros no solo es una necesidad, sino también un factor clave en nuestra evolución personal.
Nos enriquecemos como individuos cuando interactuamos con los demás, ya que nos permite desarrollar habilidades sociales, empatía y comprensión. Al actuar en función de los demás, también aprendemos a dejar de lado nuestro egoísmo y a pensar en el bien común.
El dilema de relacionarnos con los demás
En términos de astrología, este tema se conoce como "el eje de la Casa 1 y la Casa 7". Nos preguntamos cómo podemos reconciliar nuestro "yo" con el "yo" de los demás. Nos enfrentamos a la disyuntiva de hasta qué punto podemos ceder en nuestras propias necesidades y deseos en beneficio de otras personas. ¿Debemos cooperar o afirmarnos en estas situaciones? Y, sobre todo, ¿cómo afecta esto a nuestro ego?
La búsqueda del equilibrio en la Casa 7
La Casa 7 nos invita a encontrar un equilibrio entre nuestras propias necesidades y la vida en comunidad. Los demás son nuestra otra mitad y la forma en que nos relacionamos con ellos refleja nuestro ser interno. Nuestras relaciones marcan nuestra tolerancia, amor y dedicación hacia los demás. Es un camino de aprendizaje constante en el que debemos encontrar la armonía entre el yo individual y el yo en conjunto con los demás.